Plaza del Potro
Uno de los rincones más enigmáticos de la ciudad de Córdoba, es la antigua e histórica Plaza del Potro. La encontramos junto a la ribera del río Guadalquivir, muy cercana a otra gran plaza mítica en Córdoba como es la plaza de la Corredera. El enclave declarado Monumento Arquitectónico-Artístico, era en origen, de planta cuadrada y cerrada. Hoy la encontramos rectangular y abierta, debido a cambios urbanísticos que se han ido produciendo según las necesidades que la ciudad ha tenido que cubrir. A esta plazuela afluyen las calles de Lineros, Lucano y Sillería. Fue lugar destinado a la venta de ganado caballar y mular, de ambiente muy concurrido. El trueque, el trajín y la buhonería era el pan de cada día, y teniendo como base de las operaciones comerciales se encontraban celebres mesones o posadas, como la del Potro, de la Herradura y de la Madera. Por cierto, esta última fue demolida para comunicar la plaza con la Ribera.
Debe su nombre a la carismática Fuente del Potro. La primera se construye en 1577. Dicha fuente de estilo renacentista, que hoy encontramos en un lado de la plaza, hasta 1874 estuvo en el lado opuesto, momento en que fue reemplazada por un Triunfo de San Rafael. La obra del escultor francés Michel de Verdiguier, que aun podemos ver hoy se ha convertido en una de las representaciones del Arcángel mas conocidas de Córdoba. La mítica fuente cordobesa se presenta con un pilón octogonal y una taza superior circular. Coronando el conjunto con un potro, que con las manos levantadas sostiene el escudo de Córdoba. Consta de cuatro surtidores en la parte superior y cuatro en la inferior.
Otros atractivos que podemos encontrar en esta plazuela son: el embrujo de la Posada del Potro, y el esplendor de los museos de Julio Romero de Torres y de Bellas Artes, ambos ubicados en el Antiguo Hospital de la Caridad de Ntro. Señor Jesucristo.
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Texto
N.C.C. Amedina
